La endoscopia es una prueba médica que se realiza mediante la introducción de un endoscopio por cualquiera de los orificios naturales del cuerpo (nariz, boca, ano, uretra o vagina) o una pequeña incisión y que permite realizar una exploración visual de los diferentes órganos, además de tomar muestras de tejidos e incluso realizar alguna intervención quirúrgica.
No aplica.
El día antes del examen
El día del examen
Después del examen
Estos exámenes endoscópicos toman lugar en el interior del organismo y el profesional de la salud adecuado lo que hace es visualizar mediante fotografías de rayos X o de diminutos tubos con cámaras la longitud y el espacio de dichos órganos para comprobar o no la existencia de células dañinas, anormalidades u la presencia de cualquier otro tipo de complicación que pueda significar un peligro para la salud del paciente.
Una endoscopia se utiliza para diagnosticar y, a veces, tratar las afecciones que afectan la parte superior del aparato digestivo, incluido el esófago, el estómago y el primer segmento del intestino delgado (duodeno).
El médico podría recomendar una endoscopia para lo siguiente:
Rango sujeto a criterio del ente de salud. Sugerimos esperar y revisar informe.
Le colocarán un aparato en la boca para evitar que la cierre y se dañe los dientes con el endoscopio. Se suele administrar un spray anestésico en la boca y la garganta para disminuir las molestias y facilitar la introducción del endoscopio. Le tumbarán en una camilla sobre el lado izquierdo y entonces el médico procederá a introducir el endoscopio previamente lubricado por la boca. Le pedirá que trague para facilitar su paso por la faringe y lo irá progresando hasta el duodeno. Hay que intentar no tragar durante el procedimiento a menos que le indiquen que lo haga. La saliva que se pueda formar en la boca será aspirada por el asistente por medio de un pequeño tubo aspirador. En una pantalla anexa el doctor podrá ver toda la superficie del intestino superior con claridad. Durante la prueba puede que le pidan que cambie de postura para facilitar el movimiento del endoscopio.
El médico cuenta con diversas herramientas como micropinzas, microtijeras, etcétera, que se pueden meter a través de los canales de los que dispone el endoscopio, y que le permiten realizar algunos procedimientos diagnósticos o terapéuticos. Por ejemplo, puede aspirar secreciones, tomar una biopsia, eliminar un pólipo, coagular una hemorragia, eliminar un cuerpo extraño, etcétera.
Tras todo ello, el endoscopio se sacará cuidadosamente y le dejarán 1-2 horas en observación en alguna sala anexa hasta que se recupere del efecto del sedante. Como le habrán aplicado un anestésico en la garganta, es necesario no comer ni beber hasta que se pase el efecto de la anestesia. En caso contrario podría suceder que el alimento se fuera por la vía respiratoria.
Es recomendable que no conduzca ni maneje maquinaria peligrosa durante las 12 horas siguientes a la prueba. Su médico le indicará cuándo puede comer con normalidad y reiniciar las actividades normales. Esto depende del procedimiento que le hayan hecho y la medicación que le hayan suministrado.